lunes, 19 de mayo de 2014

Los daños irreparables que dejan los accidentes pirotécnicos

En diciembre aumenta la oferta y demanda de artefactos explosivos. Tras la pérdida de sus extremidades y bienes. Cuando despertó vio una nube de humo. Sus amigos estaban dispersos a su alrededor, cubiertos de sangre. Un penetrante olor a pólvora los envolvía. Ese 31 de diciembre del 2011, como de costumbre, un grupo del barrio reunió decenas de camaretas para recibir al 2012. "Siempre lo hacíamos. Juntábamos muchas para formar una más grande", cuenta Guisseppe Escandón. Pero antes de que él terminara de dar forma al artefacto, una gran explosión detuvo el juego. "Cuando reaccioné y quise ver mis manos, ya no estaban. Habían desaparecido… no quedó rastro de ellas… Solo corrí a mi casa gritando ¡mis manos, mis manos!". En el hospital no pudieron hacer más que solo cerrar la herida. Estuvo 16 días internado y ayer, con la ayuda de sus prótesis, sostuvo con fuerza un micrófono para compartir su testimonio. Este joven de 23 años se sumó a la campaña que dirige el Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil para evitar más accidentes por la manipulación de pirotecnia. "Yo pasé por esto y aprendí la lección. Ahora comparto mi historia para prevenir otros casos, en especial en niños".

0 comentarios:

Publicar un comentario