lunes, 10 de marzo de 2014

Big Mike

BIG MIKE Hay una pelicula que relata este hecho. Esta es la historia de un jugador de fútbol americano, allá en los Estados Unidos. Un hombre llamado El Big Mike uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, ganador del trofeo Jayssman. Algo así como un Franco Harris en posición de ala cerrada. En los juegos se requerían hasta tres jugadores para poder derribarlo. Cuando paso a las ligas profesionales, todos los equipos se peleaban por él. Le ofrecían contratos en blanco, contratos millonarios. Anduvo en varios equipos hasta que llego a firmar con los acereros de Pitsburg. Pero la desgracia llego a la vida del Big Mike. Fue nombrado para ir a pelear a la guerra de Vietnam. El no quería ir por que esa no era su intención, él decía: ¿por que matar a gente inocente? ¿Por que matar a otras gentes que tratan de mejorar? Allá en Vietnam empezó como soldado razo pero a cuestión de tanta dedicación, se preparo hasta que llego a tener soldados bajo su responsabilidad. Una noche explorando territorio enemigo, no se dieron cuenta y pisaron campo minado. Las consecuencias no se hicieron esperar todos salieron volando por los aires. Muchos estaban muertos, algunos otros agonizaban, pero milagrosamente el Big Mike aun estaba con vida. La televisión, la prensa, avisaban que el Big Mike había sido mal herido en la guerra de Vietnam. Todos los periódicos, los medios de comunicación estaban al tanto de las noticias. Las patrullas de rescate fueron a auxiliarlo, cuando después de mucho tiempo, aun inconsciente, los médicos le dijeron: Mike hemos hecho lo humanamente posible, olvida que algún día jugaste fútbol americano, por que tus piernas están completamente destrozadas, nunca volverás a caminar, si un milagro sucede podrás estar en silla de ruedas. Pero doctores eso no es posible. Yo tengo que salir de aquí no sé lo que tenga que hacer, pero no quiero llevar una silla de ruedas, ni muletas. Y el Big Mike profetizaba que volverá a caminar y jugar fútbol americano. Ustedes ya hicieron su parte, ahora me toca hacer la mía. Ahí en el hospital conoció a una enfermera que era la que lo cuidaba, la que lo bañaba, era su enfermera de cabecera. Se encariño tanto con el que pronto de ese cariño nació una bella relación y ahí dentro del hospital se casaron. Ahora el Big Mike ya tenia una razón para lograr su meta y al pasar los meses nació su primer hijo. Un pequeño al que le pusieron el nombre de Little Mike. Ahora ya tenia dos razones para lograr su meta; su esposa y su hijo. Y poco después ocurrió un acontecimiento que nadie podía creer, médicos y enfermeras no daban crédito a lo que estaban viendo. Por primera vez en Little Mike se ponía de pie, el mismo día que el Big Mike se ponía nuevamente de pie, yendo en contra de la ciencia, yendo en contra de la tecnología, yendo en contra de la biología, nuevamente el Big Mike se ponía de pie. Los médicos aseguraban que esto era un milagro. El Big Mike decía no, no es un milagro simplemente es el deseo de mejorar, el deseo de salir adelante, de lograr una meta. Cerca de su departamento en un parque todos los días se veía a la persona de dos metros de estatura, delgada, acompañado de un sueño en la mano, el pequeño aprendiendo a caminar y el otro volviendo a caminar. Al pasar el tiempo ya se les veía caminando y finalmente correr como gacelas. Y cuando el Big Mike se sintio seguro fue a pedir oportunidad a los equipos que antes se peleaban por él. Pero que cínica es la vida ahora todos lo rechazaban. No Mike nosotros ya estamos completos. No Mike tus días ya acabaron. No Mike date una vuelta la próxima temporada. Pero el no se desanimaba. El sabia que entre mas puertas tocara no todas iban a estar cerradas que iba a ver una que le diera la oportunidad. Hasta que llego a un equipo llamado Bahía Verde. El couch de ese equipo lo estaba esperando y le dijo: "Mike yo sé por que estas aquí, sé lo de tu vida. Sé que quieres volver a jugar con todos los equipos que te han rechazado. Te admiro Mike, pero estamos completos, lo único que te puedo ofrecer es que seas reserva de las reservas. No importa couch, no importa gracias, tu dame la oportunidad de entrar que yo me ganare la oportunidad de ser titular. Gracias couch. Nada mas voy por mi esposa y mi hijo y empiezo inmediatamente a entrenar. Y cada mañana en los campos de entrenamiento del equipo, se veía a una persona de cuerpo atlético acompañado de un pequeño de la mano, lo llevaba, lo subía a las gradas, le chiflaba y su hijo le decía: Aquí estoy papito ya te oí, hechale ganas papi. Al siguiente día era lo mismo, lo llevaba, lo subía a las gradas, le chiflaba y decía: Aquí estoy papito aquí estoy. Da tu mejor esfuerzo papi, tú eres el mejor. Y así todos los días. Hasta que una ocasión el Big Mike no llevaba a su hijo a los entrenamientos y sus compañeros preguntaban por él. Dice que su esposa le pidió que no lo llevara, por que lo iba a llevar al doctor, que gracias por preocuparse por él. Esa tarde la esposa del Big Mike llega corriendo muy asustada. Con el primero que se encuentra es con el couch. Couch, couch tiene que ayudarme, a mi hijo lo han atropellado y no se como decírselo al Big Mike si él era todo para mi esposo, su motivo para vivir. Cálmese señora, usted vaya a arreglar lo que tenga que hacer, yo me encargo de avisarle al Big Mike. Poco después el couch manda llamar al Big Mike. Si couch dígame ¿en qué le puedo servir? Te mande llamar por que te tengo una noticia Mike. Dígame couch. No, no; mejor déjeme adivinar. Me va a dejar en la reserva en la final de este domingo ¿verdad couch? No Mike, esa no es la noticia que te tengo. Ya sé couch; me va a dar oportunidad de ser titular, gracias. La noticia que te tengo no tiene nada que ver con el fútbol americano, te ruego que tengas mucha fortaleza para escuchar lo que tengo que decirte. Vamos couch ¿a mí me pide fortaleza después de todo lo que he pasado, después de lo de mis piernas? Ya dígame lo que tanga que decirme que me pone nervioso. El día de hoy no trajiste a tu hijo. No, no lo traje ¿pero que tiene que ver mi hijo con esto? Hace rato vino tu esposa y me pidió que te diera un recado. Resulta que llevo al medico a tu hijo, después fueron al mercado, poco después tenia que hacer una llamada telefónica. Empezó a hablar y a tu hijo lo dejo a un lado. Cuando se percato tu hijo empezó a caminar y alcanzo a bajar la banqueta. Tal parece que no vio nada por que en ese momento paso un camión y lo atropello, pero eso no es todo Mike tu hijo esta muerto. Y en ese momento sintió que un rayo le partía el alma. En ese momento hubiera querido que la tierra se abriera a sus pies y se lo tragara. Eso no es cierto couch, mi hijo no esta muerto, no esta muerto. Por que a mí, por que a mí, por que no te llevas a los asesinos, a los mal vivientes, por que te llevas a gente inocente, me hubieras llamado a mí. Mi hijo no, mi hijo no, a mi hijo no. Couch, couch quiero pedirte un favor. El que quieras Mike. Este domingo se juega la gran final y quiero que me de la oportunidad de ser titular. Pero Mike ¿qué no entiendes que tu hijo esta muerto? Ya lo entendí, ya lo entendí y no quiero que me lo repita, por favor couch; al primer error me saca del equipo. Mira Mike no lo entiendo, pero si en eso te puedo ayudar cuenta conmigo. Y cuenta la historia de ese gran jugador, que ese día que se jugaba la gran final, había una gran euforia en el estadio de Tampa Florida. Por tercera vez el Bahía Verde llegaba a una gran final y cuando nombraron al numero 22 el Big Mike ala cerrada todos se pudieron de pie, muchos en señal de estimación, otros aplaudían en señal de respeto. Hasta el equipo contrario aplaudía al Big Mike por que sabían por todo lo que había pasado. Y cuando salió del estadio fue la locura. El Big Mike agradecía pero no sonreía. Y cuenta la historia del fútbol americano que se paraba en el centro del campo un hombre que alzaba la mirada al cielo y chiflaba, ese hombre era el Big Mike. Que en ese partido nunca se había visto jugar a una persona con tanto coraje, como jugo esa vez el Big Mike. Y cuando hizo su primera anotación todo fue euforia, como consecuencia contagio a sus compañeros de entusiasmo. Anotaba y alzaba sus ojos al cielo, anotaba y miraba al cielo. Como era de suponerse el equipo al finalizar el partido resulto campeón. Todos sus compañeros fueron a abrazarlo y felicitarlo a las diagonales. Ya estando en los vestidores fue el couch a felicitarlo y dijo: ¿pero donde esta el Big Mike? Esta allá atrás cambiándose couch. En efecto una persona en silencio estaba quitándose el equipo. Mira Mike, el dueño del equipo te manda felicitar y te manda un contrato en blanco, dice que la posición que quieras la escribas y cuanto quieres ganar. Estas contratado para las siguientes temporadas. Gracias couch, pero no lo quiero. No seas tonto Mike, tómalo. No couch, porque he decidido retirarme del fútbol americano. Pero que tontería estas diciendo Mike. Lo que oyó couch; que me retiro del fútbol americano. Entonces si ya habías decido retirarte, ¿por qué jugaste como jugaste? Por mi hijo couch, porque por primera vez mi hijo me vio jugar. Pero que estas diciendo Mike, tu hijo siempre te veía jugar No couch, por que hay algo que usted y muchos no saben. que mi hijo cuando nació, nació ciego. Por eso no vio el carro que lo atropello. Por eso cuando le chiflaba para que supiera que estaba ahí, por eso gritaba ya te oí papi, ya te oí, nunca dijo ya te vi. Y hoy mientras jugaba veía sus ojitos en el cielo, que me decía: Ya te vi papito, ya te vi, hechale ganas, tú eres el mejor, da tu mejor esfuerzo papi... ya me voy papi, ya me voy, adiós... adiós... adiós...

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